Lumara creado por Raisa Incháustegui
Hola soy Raisa, estudié Lingüística y Literatura y me desempeñé como redactora publicitaria de una conocida tienda por departamentos en los últimos años. Estoy felizmente casada y tengo una bebé de 15 meses llamada María Belén quien fue la inspiración para crear mi emprendimiento: Lumara. Nunca lo mencioné antes, pero este nombre de la marca nació por la unión de los nombres de mi esposo, el de mi bebé y el mío (Luciano, María Belén, Raisa).
La idea nació como jugando, siempre me han gustado las manualidades y hacer distintas cosas para mi bebé. Con ella practicamos hasta ahora la lactancia materna exclusiva, con todo el esfuerzo que conlleva, y es así como descubrí las bondades de los collares de lactancia para mamás. Como me gusta hacer todo con mis propias manos, un día decidí comprar mis insumos para hacer los míos a mi manera.
Por suerte, mi bebé también estuvo encantada con los collares que hice, siempre los llevo a todos lados con el porteo y ella se entretenía jugando y mordiendo las cuentas. Por ello, amigos y familiares se quedaban sorprendidos por este accesorio novedoso y que no es tan conocido aquí en Perú. Les explicaba que era para evitar los arañazos cuando das de lactar y que también sirven como un mordedor para el bebé porque las cuentas están hechas de silicona alimentaria antibacteriana y que además que son súper lindos complementos que no dañan a tu bebé.
Un día me dijeron “¿por qué no haces más collares y los vendes?”, “hazme uno para regalarle a una amiga”, etc. Es así como me animé a hacer más modelos de collares, portachupones y también lindos mordedores para bebés. Los hacía como un hobby ya que me ayudaba a distraerme en mis momentos libres dentro de casa. Por ello, siempre hago todos los pedidos que me hacen con mucha alegría y dedicación, cuidando cada detalle.
La verdad que, si bien es un emprendimiento pequeño, me ha dado varias alegrías y satisfacciones. Yo sola me encargué de todo desde el inicio, como hasta ahora. Al comienzo no sabía si empezar con este negocio, pero me animé porque si no lo hacía, nunca sabría qué habría pasado con esas ganas e ideas que siempre rondaban por mi cabeza al respecto. Simplemente me arriesgué. Hoy me encuentro feliz y agradecida con todas las personas que siguen confiando en mis productos y espero ayudar a muchas más mamás y bebés.